EL ORGULLO CARMELITANO

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Es la cerámica de Carmen del Viboral: “utensilios y recipientes para uso doméstico y
culinario; porcelana y loza”, con Denominación de Origen de la Superintendencia de
Industria y Comercio desde 201.

Escrito por Juliana Duque para la Red de Eventos Gastronómicos de Colombia

Estas artesanías exclusivas de Carmen del Viboral, municipio localizado en el oriente
antioqueñito, son una de las representaciones mas hermosas del mestizaje de las tradiciones
indígena y española en Colombia. Tazas, platos, vasijas, vasos, macetas, jarras, pocillos,
candelabros y vajillas en general. En 1889 se funda la primera fabrica de loza, empleando la
técnica de barro cocido y un esmaltado que ha evolucionado con el tiempo en las
decoraciones florales pintadas a mano que vemos hoy. La pasta esta compuesta por arcilla,
caolín, cuarzo, feldespato, carbonato de calcio, silicato de sodio, y agua, obtenidas en la
zona geográfica delimitada por esta subregión del país.

“En las empresas de cerámica, se emplea e! proceso productivo de decantación, triturado, mezcla, amasado, moldeado forjado, colado o vaciado, secado, estuchada, primera cocción o quema del bizcocho, decoración, esmaltada, segunda
cocción 0 quema del esmalte, control de calidad, empaque y estiba. En un principio, para la decoración se utilizaron
esponjas de mar @ manera de sellos. Los trozos de esponja eran remojados en el color para estampar directamente
sobre las piezas. Posteriormente, el uso de estas esponjas se amplié comenzaron a utilizarlas a modo de pincel. Un
movimiento de la esponje bastaba pare que en la superficie de la loza brotará un botón, un pétalo, un tallo o una rama.
La primera técnica empleada para la decoración fue el molde de cartón o cartulina, hecho en papel delgado, que
contenía flores de diferentes formas y se rellenaban con pintura, otros desafíos provenían de la imaginación de los
artesanos. Por ultimo, se generaliz6 el uso de los pinceles que permitían mayor libertad a las decoradoras para innovar
y crear nuevos desafíos. La loza de El Carmen de Viboral se [caracteriza] por la constante representación de una multiplicidad
de flores y colores hacen de la loza de este municipio una pieza inmutable” (Fondo Mixto de Promoción y Cultura, 1993 en “Significado y utilidad de la Denominación de Origen Protegida -DOP- para los productos de loza del Carmen de Viboral”).

Es el trabajo de pequeños productores en cada uno de estos talleres lo que se reconoce con
el sello DOP. La calidad y constancia de un proceso artesanal de producción y elaboración,
y la expresión artística que cuenta en sus trazos una parte importante de la historia cultural
y la vida académica y social del municipio. Varios de los artesanos tienen décadas de
experticia en el oficio y son respetados y admirados por la comunidad.

Cada pieza contiene el paisaje de la región, su vegetación, clima, productos agrícolas y
entorno en general. De otro lado, al ser piezas de cocina, y en todo caso domesticas, la
asociación con la la familia o lazos entre personas hace parte de su simbolismo; lo que
cuentan de la cultura gastronómica de la región y del país, que las hace excepcionales
también: carnes estofadas y braseadas, frijoleadas, sancochos, huevos, frituras, hogaos, ajíes,
arepas, envueltos, tamales y amasijos, frutas frescas, café, chocolate, agua de panela,
dulces calados…

Una artesanía para celebrar con orgullo nuestra cocina e historia.

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